"La parada de manos es sólo un ejercicio y es demasiado difícil, ¡nunca podré hacerlo! Si recibiera un euro cada vez que escuchara esa frase, ya sería millonario. Pero una cosa es cierta: donde hay voluntad, hay un camino. La parada de manos no es sólo un ejercicio, la parada de manos no es sólo para un grupo determinado. Cualquiera puede aprender a pararse de manos, y mucho más.
Al aprender, uno pasa por varias fases y llega a conocerse a sí mismo de una manera totalmente nueva. Puedo prometerte una cosa: Te vuelves más tranquilo, más concentrado y practicas la paciencia. Esto te beneficiará tanto en la vida cotidiana como en las paradas de manos.
- Tengan paciencia
- Poner los problemas en perspectiva
- Estar en forma en mente y cuerpo
- Las expectativas correctas
- Precisión
- Calma y concentración
Si alguna vez has intentado hacer una parada de manos, seguro que has hecho la experiencia: hacen falta numerosos intentos fallidos hasta que realmente te pones de pie sobre las manos, aunque sólo sea por unos segundos.
La coordinación y las conexiones neuronales adecuadas simplemente necesitan tiempo y, sobre todo, tu paciencia. Porque una parada de manos no es en absoluto producto de la casualidad.
Si eliges variaciones de ejercicios demasiado difíciles al principio, pronto notarás que te lleva mucho más tiempo hacerlo bien que si empiezas con poco. Esto también es cierto en la vida privada: si empiezas con tareas complicadas en el trabajo, perderás rápidamente la motivación y acabarás frustrado.
Así que es mejor dar pequeños pasos, pero los correctos. Todo el mundo empezó de a poco. Así aprendes a trabajar con tus capacidades actuales y a aceptar tus límites. Te darás cuenta: La diligencia y la constancia dan sus frutos.
En el entrenamiento de parada de manos, a veces me comparo con el mejor entrenamiento que he tenido. Por supuesto, esto hace que los malos entrenamientos parezcan mucho más dramáticos. Está claro: es difícil relativizar los malos entrenamientos y ver los progresos en el tiempo.
A través de la práctica constante, aprendí a no tomarme tan mal los contratiempos, sino a tomarlos como una oportunidad para analizar estos entrenamientos. Como ocurre a menudo, esto te lleva más lejos en la vida que el hecho de machacarte a ti mismo. De este modo, también puedes aprender a aceptar los desvíos. Al fin y al cabo, el viaje es más la meta que el resultado final.
La importancia del vínculo entre el deporte y la salud ya no es un secreto: la megatendencia de hacer deporte para mantenerse en forma en mente y cuerpo está en auge en estos momentos.
La parada de manos te enseña a escuchar más a tu cuerpo. Tu cabeza trabaja más de lo que crees: la parada de manos es como un ejercicio cerebral. Tus músculos tienen que aprender a trabajar "al revés" porque el punto fijo viene de tus manos en lugar de tus pies. Se aprende dónde están el cuerpo, los pies, las piernas y el núcleo en el espacio; esto puede ser confuso al principio porque la percepción está distorsionada.
Pero es precisamente este cambio de perspectiva el que me recuerda a menudo en la vida cotidiana que toda moneda tiene dos caras y que hay una solución para la mayoría de los problemas.
Si te adentras en él con las expectativas equivocadas, pronto te darás cuenta de que necesitas cierto tiempo: no podrás aprender a hacer una parada de manos perfecta de la noche a la mañana.
Pero no es necesario. Si te fijas objetivos intermedios en lugar de tener sólo el gran objetivo final en mente, aprenderás a celebrar los pequeños éxitos. El entrenamiento constante y la diligencia son necesarios para lograr los resultados deseados, al igual que en la vida cotidiana.
Una buena parada de manos requiere movimientos correctivos precisos. Eso significa que tienes un rango de movimiento relativamente pequeño que tienes que manejar. Esto me resulta especialmente útil en la vida cotidiana: cuando tengo poco margen de decisión, entro en mí mismo e intento tomar la decisión correcta con la ayuda de pensamientos precisos y tranquilos.
Esto me enseñó, en primer lugar, a mantener la calma en situaciones críticas y a no reaccionar con agitación. Al igual que los movimientos bruscos en una parada de manos pueden conducir rápidamente a una caída, las reacciones bruscas pueden empeorar las situaciones difíciles.
Con el entrenamiento de paradas de manos aprendes rápidamente que no llegarás lejos sin descanso. El entrenamiento requiere mucha concentración y calma. Si te inquietas, definitivamente no te llevará a ninguna parte. Los micromovimientos de los dedos le ayudan a mantener el equilibrio sobre las manos. Tu cabeza tiene que estar ahí: Te concentras exclusivamente en el momento, estás en el aquí y ahora. Porque si estás distraído, no funciona bien.
También he podido aplicar bien esta habilidad en mi vida cotidiana: Trabajo más concentrado y no me distraigo tan rápidamente con otras cosas. Para mí, la parada de manos es una especie de meditación. Se aprende a llevar conscientemente el cuerpo a un estado de reposo controlando la respiración. Aprendes a concentrarte exclusivamente en las cosas que son realmente relevantes en ese momento.
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