De la naturaleza a la web: Cómo se benefician las marcas de la narración en vídeo

• Los presupuestos se reducen, y las cámaras también
• Productora unipersonal
• El ansia de aventura es mayor que nunca
• La profundidad como campaña de imagen
• Contar historias tiene sus límites

Tierra del Fuego, Patagonia, Chile. Lejos de cualquier civilización. Gigantes de nieve que nunca se han puesto otro vestido. Las palas del rotor de un helicóptero se deslizan a cámara lenta frente al brillante sol invernal. A tres mil metros de altura, la puerta lateral del helicóptero se abre y un snowboarder se lanza frenético desde una posición suspendida. Se precipita casi en vertical, salta por encima de rocas gigantes, vuela a decenas de metros de altura, se desliza por un paraíso de nieve virgen y encuentra la plenitud. Es el snowboarder profesional Travis Rice, en lo que probablemente sea uno de los documentales OutDoor más espectaculares de todos los tiempos.

Para "El arte del vuelo", de 2011, Travis y el director Curt Morgan viajaron a las cumbres más remotas del mundo. El rodaje duró dos años con cámaras de cine y acción profesionales, lo que no solo proporcionó imágenes excepcionales, sino también un presupuesto de producción de varios millones de dólares. Detrás del proyecto está Red Bull Media House, una rama de la productora de refrescos austriaco-tailandesa. Con 14,6 millones de suscriptores y cerca de 4.950 millones de visionados de vídeos, Red Bull es el canal de YouTube de más éxito en Austria. Sólo el tráiler oficial de "El arte de volar" ha sido visto 18,6 millones de veces. Hoy en día, casi no se concibe ningún evento de surf, snowboard, cliff diving o motocross sin la marca del toro. Con su estrategia de marketing y contenidos, la empresa de Fuschl am See ha conseguido ocupar el sector de los deportes de acción como ninguna otra.

Los contenidos OutDoor ya no son sólo cosa de productores de vídeo consagrados o de grandes presupuestos. Antes se necesitaban especialistas y cámaras caras, pero ahora es mucho más fácil. Se pueden producir, distribuir y consumir contenidos de alta calidad con un simple smartphone. Sencillo y asequible. Los pequeños drones caben en el bolsillo del pantalón y permiten tomas que hace unos años habrían requerido helicópteros. Las cámaras de acción y las cámaras POV están disponibles por sólo unos cientos de euros. Y la posproducción también se ha convertido en un juego de niños. Gracias a la inteligencia artificial y a los programas de edición en la nube, los contenidos producidos pueden compartirse muy rápidamente con un smartphone, de la mano a la boca. Las redes sociales han acelerado enormemente este proceso. Para los fabricantes establecidos de videocámaras y cámaras digitales, esta evolución es difícil de sobrellevar. Desde 2010, las cifras de ventas han caído de 121,46 millones al año a 7,72 millones el año pasado. Sin embargo, todavía hay rayos de esperanza cuando se mira por el visor. Al menos, las cámaras de sistema sin espejo siguen gozando de una popularidad creciente. En Alemania, este segmento del mercado creció recientemente un ocho por ciento. Estas "todoterreno" están repletas de tecnología profesional, son más compactas y ligeras que las cámaras réflex digitales clásicas y, por tanto, ofrecen a los cineastas más flexibilidad y opciones de aplicación. ¡Y vaya gama que tienen!

El holandés Martjin Doolaard es un hombre que ha demostrado que se puede crear algo excepcional con medios técnicos relativamente sencillos como trotamundos de la bicicleta y espectáculo unipersonal. Equipado con una cámara de sistema, tres objetivos y un dron de cámara compacta, Doolaand ha producido "Dos años en bicicleta", un documental de YouTube en cuatro partes que va acompañado de un libro ilustrado de 400 páginas. El videógrafo pasó dos años en la carretera, recorriendo casi 20.000 kilómetros desde Vancouver hasta la Patagonia. Más aventura OutDoor imposible. El resultado son momentos para la eternidad y para la gran pantalla.

Historias y películas como las del holandés viajero son exactamente lo que busca Joachim "Helli" Hellinger, y siempre las encuentra. Hellinger es productor de cine y fundó el European OutDoor Film Tour (EOFT) en 2001. Cada año, el EOFT atrae a unos 250.000 espectadores en más de 350 ciudades y 14 países. Y la comunidad sigue creciendo, también gracias a otros tours de cine de Movin Adventures Medien. Se proyectan diversos cortometrajes de aventura y OutDoor de todo el mundo. Joachim Hellinger está orgulloso del éxito y conoce una razón: "Cuanto más virtual se vuelve nuestro mundo, mayor es el anhelo de historias y héroes verdaderos, de autenticidad y aventura". Al mismo tiempo, cada vez son más los cineastas que abrazan el género y se documentan, precisamente porque las inversiones disminuyen. Instagram y YouTube están llenos de aficionados al OutDoor que no solo se ponen a sí mismos en el punto de mira, sino que en algunos casos también son de gran importancia para las marcas. Al hacer caravaning, bikepacking o montañismo, los productos más novedosos se exponen a elementos extremos. Las marcas OutDoor aumentan así su fiabilidad y los influencers su alcance.

Alina Jäger, la influencer alemana con más éxito en el mundo de la bicicleta, es una de ellas. En su canal de Instagram @clippendinandfree inspira a unas 243.000 personas con sus viajes OutDoor por todo el mundo. Las marcas menos conocidas pueden beneficiarse de su alcance y establecerse. Pero no todo el mundo gestiona el equilibrio entre calidad y basura tan bien como Alina. La creciente marea de contenidos también trae desventajas. "Cuanto más contenido se produce, más a menudo hay contenido irrelevante", dice Joachim Hellinger. Por otro lado, existe una competencia por la originalidad, los superlativos y los extremos. "Ir por libre, la introspección y el mundo del pensamiento son cada vez más importantes", dice Hellinger. "Free Solo" fue uno de esos intentos extremos en solitario que sentaron nuevas bases. El escalador libre Alex Honnold conquista la roca de granito El Capitán, de casi 1.000 metros de altura, en el Parque Nacional de Yosemite, sin cuerda ni otras ayudas técnicas. Honnold sabe que sólo está a un paso de la muerte. Nunca se atrevió a soñar que Free Solo ganaría el Oscar al mejor documental en 2019.

Pero no sólo las experiencias extremas al límite conducen a un gran éxito. La marca OutDoor Patagonia ha desarrollado su propia estrategia de contenidos. Patagonia quiere sacudir las cosas y aborda cada vez más temas sociopolíticos. En su último trabajo, "Laxaþjóð - Una nación de salmones", Patagonia pide al gobierno islandés que asuma un papel de liderazgo en Europa y prohíba la cría de salmón en corrales de red abiertos en sus aguas costeras. Ésta es también una preocupación personal del fundador de la empresa, Yvon Chouinard. Aunque al gobierno islandés no le impresione, el canal de YouTube de Patagonia, que cuenta actualmente con 453.000 suscriptores, sale beneficiado, al igual que la imagen sostenible de la marca.

A medida que el mundo se vuelve más complicado e incierto, nuestro propio cosmos se vuelve abrumador y aumenta la resistencia, la búsqueda de la felicidad en el exterior, en libertad, adquiere cada vez más relevancia. Pero, ¿tiene que volverse más extrema al final? Es bastante improbable. Hoy en día, las producciones cinematográficas tienen lugar en el rincón más alejado del mundo, en la noche más oscura, en las aguas más profundas o a mayor altitud. Al final, todo se reduce a ideas creativas, historias conmovedoras y las personas especiales que las cuentan, sobre todo si quieres imponerte a los tentadores vídeos cortos de TikTok. "No importa que una película esté producida con la última tecnología o el mayor presupuesto. Al final, se trata de una buena historia y de emociones auténticas que nos hagan empatizar. Los límites hoy en día están en el contenido y hay que recorrer un largo camino para conseguirlo", sabe Hellinger. El sector puede encontrar inspiración en OutDoor by ISPO. La feria es el punto de encuentro perfecto para que marcas, aficionados a las actividades al aire libre y productores de contenidos desarrollen ideas creativas para contar historias.