Para el alemán, la fotografía nunca ha sido una alternativa profesional. Siempre muy cerca de la naturaleza, le atraen los paisajes vírgenes, pero también la vida urbana y sus detalles. A sus 55 años, siempre está en busca de lugares nuevos y emocionantes para redescubrir situaciones, momentos y emociones y plasmarlos en una película, y nunca rehúye los retos.